Que la Biblia es la palabra que Dios inspiró sin ningún error, utilizando hombres piadosos para escribirla. Ella contiene todo el mensaje de salvación que el hombre necesita. Es la única fuente de nuestra fe y el manual para la vida diaria.
Que Dios es el Ser supremo, real y personal, creador del universo con cuya sabiduría y amor gobierna su creación. Él es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Creemos en la triple manifestación de Dios: como el Padre, como el Hijo y como el Espíritu Santo. Su cuidado providencial hacia sus hijos lo manifiesta en todas las áreas de la vida.
Que Jesucristo es el Hijo eterno de Dios y Dios mismo, que vino a este mundo. Vivió sin pecado, murió en la cruz del Calvario, fue sepultado y resucitó al tercer día, pagando así el precio de nuestra salvación. Hoy está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros, pero vive también en el corazón de cada creyente por medio del Espíritu Santo. Él vendrá por segunda vez y debemos estar preparados para encontrarnos con él.
Que el Espíritu Santo es el Espíritu de Dios, capacita a los hombres para entender la verdad, exalta a Cristo, convence de pecado, de justicia y de juicio; llama a los hombres a la salvación y efectúa la regeneración; cultiva el carácter cristiano, conforta a los creyentes y otorga los dones espirituales.
Que la salvación es un regalo de Dios. El hombre, aún con muchas buenas obras, no podrá ganarla, comprarla, ni merecerla. Sólo puede obtenerla mediante la fe en Jesucristo, reconociendo sus pecados y confesándolos al Señor, pidiéndole perdón e invitándolo a vivir en su corazón como Señor y Rey.